Lima Jueves, 27 de Agosto del 2009
País del Norte conspiró contra plan de presidentes Fujimori y Cardoso para crear los Estados Unidos de América del Sur
El centro siempre será el centro, siempre estará al medio de cualquier esquema, no hay forma de llevarlo más al norte ni más al sur, siempre el centro estará al centro. El centro geopolítico o geofísico de América del Sur es una línea recta que corre desde el Callao hasta Brasilia. Es una perogrullada pero Bolívar no supo comprender algo tan simple y quiso llevar hacia el norte el centro del poder político sudamericano. No sólo no lo logró, sino que perdió su poder omnímodo y entró en el tobogán de bajada hasta su muerte.
Mientras el Perú estuvo opacado por sus vecinos, en cuanto se refiere al desarrollo económico y social, no funcionó la CAN ni Mercosur. Si el Perú no se interesa activamente en unos de estos organismos comprobamos sus falencias. Para que el Perú participe activamente es necesario e imprescindible que el país esté al frente en el desarrollo económico, social y, sobre todo, político (que aún nos hace falta) para que las cosas funcionen, como fue, grosso modo, durante el incario quechua y el virreynato.
Si Perú y Brasil, además de Colombia y, por qué no, también Chile (NB1) se deciden por la integración activa, América del Sur habría dado un salto cualitativo y cuantitativo gigantesco en pos de convertirse en una poderosa agrupación humana, a tener en cuenta durante este siglo XXI. Miremos que tan sólo Perú y Colombia unidos (más de 70 millones de habitantes) tenemos en nuestros suelos todos los recursos naturales conocidos, suficientes para abastecer a nuestras naciones de los medios para su engrandecimiento, con economías bien enrumbadas y cada vez más globalizadas.
Atrás quedarían el cachaco afro-caribeño mahometano venezolano, Hugo Chávez, sus satélites y sus locuras retrógradas, en el tiempo y en la historia. Con el transcurrir de los años, en razón de la fuerza centrípeta de la Física, los otros países de América del Sur se unirían a este esfuerzo, evidentemente en inferioridad de condiciones respecto a los nuestros, pues la sandez de sus economías dirigidas habrá fracasado, como siempre.
Claro está que el sucesor de Bolívar o Bolívar redivivo, es más astuto que su predecesor (NB2). Ha comenzado por conquistar los extremos equidistantes del centro. Así, están en su poder y bajo su tutela política todas las islitas, islas e islotes caribeños, y naciones más grandes como Argentina, Bolivia, Ecuador y Paraguay, amén de algunas centroamericanas, como Nicaragua y El Salvador.
La valiente Honduras se defiende como puede para no caer en las garras del zar de Venezuela. Conquistó a la Argentina, venida a menos desde Perón y, hace poco, ha unido fuerzas con la socialista Bachelet, seguramente mediando algún viso de petróleo o gas, para de esta manera desplazar del entorno de San Martín, Belgrano y O’Higgins a sus herederos históricos, quedando acá en Sudamérica sólo él, el zar bolivariano, imperando en sus naciones allegadas.
Tal vez si, en el fondo, EE UU nos hizo un gran favor a los sudamericanos, al desentenderse de nuestro futuro, preocupándose tan solo de que no vayamos más allá de sus intereses políticos. Es por eso que surgieron, de un lado, líderes como Fujimori, Kubitchek y Henrique Cardoso, y al frente, a la izquierda extrema, el nuevo Fidel Castro, Hugo Chávez. Ahora se ven en apuros para volver a congraciarse con un continente mucho más maduro, más desarrollado, que no se traga fácilmente el cuento eterno de la defensa de su democracia. Seremos únicamente nosotros, tan solo nosotros, los países y pobladores de América del Sur quienes decidiremos qué y cómo hacer nuestro futuro.
EE UU perdió la gran oportunidad de seguir liderando el desarrollo de América del Sur cuando despojó a Fujimori de la presidencia (recuérdese la sibilina actitud de la OEA de entonces) y le movió el piso al presidente Henrique Cardoso de Brasil (magnífico líder sudamericano), que intentaron crear los “Estados Unidos de América del Sur”.
Ahora tienen una papa caliente con lo de sus bases militares en Colombia, poniéndonos en jaque a los países libres de la injerencia socialista del zar de la triste Venezuela (en plena recesión, con una inflación galopante de más del cuarenta por ciento y carencia de alimentos básicos). Claro, y con presidentes como Clinton y Bush Jr. (imitadores de Toledo en capacidad intelectual) y el buen Obama que camina medio en las nubes, poco se podría esperar.
(NB1).- Una cosa es negociar, confrontar, discutir o conversar entre pares, con dignidad, tal cual lo hacemos con Brasil o Colombia, y otra es ser genuflexos con Chile, confirmándoles además que nos vendemos por un plato de lentejas, lo que ellos atribuyen a la cuestión racial y por eso el enano nos falta el respeto históricamente. A propósito ¿habrá llegado el nuevo equipo disuasivo y las armas para la defensa? ¿Cuándo llegarán los radares multimodales? ¿El MEF y el gabinete habrán formalizado los contratos respectivos?
(NB2).- El cocalero Evo Morales demuestra una vez más, su absoluta ignorancia de la historia del Alto Perú y su espíritu servil cuando ataca el “Neo liberalismo” (¿Qué significará esta palabra compuesta?) del Perú y la subordinación a EEUU. ¿El hombrecillo sabrá que Chile es el prefecto de EE UU en América del Sur o que el Perú siguió los pasos capitalistas de Chile para desarrollar su economía o que su tribu se enamoró de Bolívar cuando los convirtió en república o que los “colorados” (regimiento boliviano) voló de la contienda luego de la batalla del Alto de la Alianza, guerra a la que entramos por idiotas como cien años después lo hiciéramos en las Malvinas, para que ambos países nos traicionaran?
(NB3).- Con poca infraestructura vial, ninguna modernización ferroviaria y la carencia de puertos y aeropuertos dignos (ni hablar del inexistente megapuerto) ni de la ampliación no ejecutada del Callao, gracias a los fósiles del Apra llegaremos a las elecciones del 2011 otra vez con los pantalones en la mano.
PD.- Algo hay que hacer con el sistema de seguridad pública que suelta terroristas, ampara a delincuentes prontuariados que atentan contra la propiedad privada, por lo que las extorsiones y los crímenes están a la orden del día, etc.
(*) Analista internacional
País del Norte conspiró contra plan de presidentes Fujimori y Cardoso para crear los Estados Unidos de América del Sur
El centro siempre será el centro, siempre estará al medio de cualquier esquema, no hay forma de llevarlo más al norte ni más al sur, siempre el centro estará al centro. El centro geopolítico o geofísico de América del Sur es una línea recta que corre desde el Callao hasta Brasilia. Es una perogrullada pero Bolívar no supo comprender algo tan simple y quiso llevar hacia el norte el centro del poder político sudamericano. No sólo no lo logró, sino que perdió su poder omnímodo y entró en el tobogán de bajada hasta su muerte.
Mientras el Perú estuvo opacado por sus vecinos, en cuanto se refiere al desarrollo económico y social, no funcionó la CAN ni Mercosur. Si el Perú no se interesa activamente en unos de estos organismos comprobamos sus falencias. Para que el Perú participe activamente es necesario e imprescindible que el país esté al frente en el desarrollo económico, social y, sobre todo, político (que aún nos hace falta) para que las cosas funcionen, como fue, grosso modo, durante el incario quechua y el virreynato.
Si Perú y Brasil, además de Colombia y, por qué no, también Chile (NB1) se deciden por la integración activa, América del Sur habría dado un salto cualitativo y cuantitativo gigantesco en pos de convertirse en una poderosa agrupación humana, a tener en cuenta durante este siglo XXI. Miremos que tan sólo Perú y Colombia unidos (más de 70 millones de habitantes) tenemos en nuestros suelos todos los recursos naturales conocidos, suficientes para abastecer a nuestras naciones de los medios para su engrandecimiento, con economías bien enrumbadas y cada vez más globalizadas.
Atrás quedarían el cachaco afro-caribeño mahometano venezolano, Hugo Chávez, sus satélites y sus locuras retrógradas, en el tiempo y en la historia. Con el transcurrir de los años, en razón de la fuerza centrípeta de la Física, los otros países de América del Sur se unirían a este esfuerzo, evidentemente en inferioridad de condiciones respecto a los nuestros, pues la sandez de sus economías dirigidas habrá fracasado, como siempre.
Claro está que el sucesor de Bolívar o Bolívar redivivo, es más astuto que su predecesor (NB2). Ha comenzado por conquistar los extremos equidistantes del centro. Así, están en su poder y bajo su tutela política todas las islitas, islas e islotes caribeños, y naciones más grandes como Argentina, Bolivia, Ecuador y Paraguay, amén de algunas centroamericanas, como Nicaragua y El Salvador.
La valiente Honduras se defiende como puede para no caer en las garras del zar de Venezuela. Conquistó a la Argentina, venida a menos desde Perón y, hace poco, ha unido fuerzas con la socialista Bachelet, seguramente mediando algún viso de petróleo o gas, para de esta manera desplazar del entorno de San Martín, Belgrano y O’Higgins a sus herederos históricos, quedando acá en Sudamérica sólo él, el zar bolivariano, imperando en sus naciones allegadas.
Tal vez si, en el fondo, EE UU nos hizo un gran favor a los sudamericanos, al desentenderse de nuestro futuro, preocupándose tan solo de que no vayamos más allá de sus intereses políticos. Es por eso que surgieron, de un lado, líderes como Fujimori, Kubitchek y Henrique Cardoso, y al frente, a la izquierda extrema, el nuevo Fidel Castro, Hugo Chávez. Ahora se ven en apuros para volver a congraciarse con un continente mucho más maduro, más desarrollado, que no se traga fácilmente el cuento eterno de la defensa de su democracia. Seremos únicamente nosotros, tan solo nosotros, los países y pobladores de América del Sur quienes decidiremos qué y cómo hacer nuestro futuro.
EE UU perdió la gran oportunidad de seguir liderando el desarrollo de América del Sur cuando despojó a Fujimori de la presidencia (recuérdese la sibilina actitud de la OEA de entonces) y le movió el piso al presidente Henrique Cardoso de Brasil (magnífico líder sudamericano), que intentaron crear los “Estados Unidos de América del Sur”.
Ahora tienen una papa caliente con lo de sus bases militares en Colombia, poniéndonos en jaque a los países libres de la injerencia socialista del zar de la triste Venezuela (en plena recesión, con una inflación galopante de más del cuarenta por ciento y carencia de alimentos básicos). Claro, y con presidentes como Clinton y Bush Jr. (imitadores de Toledo en capacidad intelectual) y el buen Obama que camina medio en las nubes, poco se podría esperar.
(NB1).- Una cosa es negociar, confrontar, discutir o conversar entre pares, con dignidad, tal cual lo hacemos con Brasil o Colombia, y otra es ser genuflexos con Chile, confirmándoles además que nos vendemos por un plato de lentejas, lo que ellos atribuyen a la cuestión racial y por eso el enano nos falta el respeto históricamente. A propósito ¿habrá llegado el nuevo equipo disuasivo y las armas para la defensa? ¿Cuándo llegarán los radares multimodales? ¿El MEF y el gabinete habrán formalizado los contratos respectivos?
(NB2).- El cocalero Evo Morales demuestra una vez más, su absoluta ignorancia de la historia del Alto Perú y su espíritu servil cuando ataca el “Neo liberalismo” (¿Qué significará esta palabra compuesta?) del Perú y la subordinación a EEUU. ¿El hombrecillo sabrá que Chile es el prefecto de EE UU en América del Sur o que el Perú siguió los pasos capitalistas de Chile para desarrollar su economía o que su tribu se enamoró de Bolívar cuando los convirtió en república o que los “colorados” (regimiento boliviano) voló de la contienda luego de la batalla del Alto de la Alianza, guerra a la que entramos por idiotas como cien años después lo hiciéramos en las Malvinas, para que ambos países nos traicionaran?
(NB3).- Con poca infraestructura vial, ninguna modernización ferroviaria y la carencia de puertos y aeropuertos dignos (ni hablar del inexistente megapuerto) ni de la ampliación no ejecutada del Callao, gracias a los fósiles del Apra llegaremos a las elecciones del 2011 otra vez con los pantalones en la mano.
PD.- Algo hay que hacer con el sistema de seguridad pública que suelta terroristas, ampara a delincuentes prontuariados que atentan contra la propiedad privada, por lo que las extorsiones y los crímenes están a la orden del día, etc.
(*) Analista internacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario